GRACIA BAJO PRESION EN LAS AGUAS DE HEMINGWAY
Destinos, año XII, no. 3 de 2004, p. 6

Aunque menos equipos norteamericanos lograron esta vez cruzar el estrecho de la Florida para competir en Cuba, el 54o Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway demostró en La Habana que los sentimientos de paz y mutuo reconocimiento prevalecen entre los humanos aun bajo intimidaciones y reales amenazas.

Los organizadores del clásico de pesca mayor, fundado hace más de medio siglo por el novelista que le dio su nombre y principal trofeo, denunciaron en el encuentro de apertura que las presiones del gobierno de George W. Bush se acrecientan sobre los yatistas que tradicionalmente escogen la costa noroccidental cubana como punto de recalada, cientos de los cuales son interceptados en el mar y reciben por escrito severas advertencias legales.

Años hubo en que las embarcaciones bajo bandera de los Estados Unidos de América pasaron del medio centenar en el concurso piscatorio cubano. En la cita de principios de junio se reunieron en la Marina Hemingway seis equipos de esa nación, que de todas formas fueron mayoría en un conjunto de 17 barcos con pescadores, además, de España, Inglaterra, Dinamarca, Italia, Alemania, Mexico y Cuba.

Dinamarca fue la gran sorpresa del certamen, pues raramente un pais debutante -el número 44 que inscriben en el Hemingway- logra actuación tan convincente como la ofrecida por el pescador de esa nacionalidad, Lars C. Weinholt, que abrió el conteo de capturas a las 11.16 de la mañana del día de apertura y continuó sumando peces de pico los restantes días del concurso.

Weinholt, que sólo tuvo un real oponente en el equipo de la embarcación norteamericana Get Reel, realizó una labor completa con dos agujas de casta y una aguja blanca marcadas y luego liberadas, para completar los 1 050 puntos que impulsaron al colectivo de su embarcación, Fantasea I, hasta el Trofeo Hemingway y a él, en lo personal, al premio a la primera captura del evento.

Junto al campeón, subieron al podio de premiación, en la ceremonia efectuada en el restaurante La Cova-Pizza Nova, su compatriota Malene Hansen y los cubanos Jorge Luis Moral Valdés y Alberto Rueda Concepción, que Weinholt sumó a su equipo. Los títulos al segundo y tercer puestos fueron logrados por el Get Reel y por el equipo italiano que pescó a bordo del Marlin XI, que sorprendió el último día con dos marcajes.

Este último conjunto estuvo integrado por el experto europeo Paolo Sala, quien por segunda vez conquistó en la justa cubana, el premio al mayor dorado con un pez de 46 libras y media. Con este peso, la captura de Sala ocupa un tercer lugar de los mayores ejemplares de esta especie en la historia del Hemingway internacional, tras el record implantado por Nelson Fennimore, de Estados Unidos, de 67,5 lb, y el del mexicano Luciano Gomez, de 48,3 libras.

Durante la competencia, que constó de cuatro pruebas de pesca con vara y carrete, fueron marcadas y liberadas 13 agujas. La aplicación de este método hizo merecer al certamen cubano el Premio de Conservación, otorgado en el año 2001 por la International Game Fish Association, IGFA, y su consideración, ahora por cuarta vez, entre los concursos de pesca clasificatorios para los mundiales IGFA/Rolex Tournament of Champions.

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