VARAS AL SUR

El Sur, se dice, y todo se vuelve misterio. Reto a la imaginación, evidencias de aborígenes que cinco siglos antes de la llegada de los europeos vigilaban el paso del tiempo y de las estaciones; viejas historias de piratas y tesoros, y de hombres que pusieron la distancia y el abandono entre ellos y el mundo para arrancarle unos años de paz a la vida, nada más. El Sur. Antonio Isla viviendo un cuarto de siglo en una cueva. Los carboneros: sudor, jejenes, humo de mangle y cuaba. Solo el deslumbramiento ante su naturaleza puede explicar la persistencia de aquellas pocas gentes en habitar la frontera de la actual Isla de la Juventud en el Mar Caribe.

La fascinación llega al presente y entre los que aman aventurarse en sus rompientes de seboruco y en sus esteros intimidantes están los aficionados al deporte del sedal y los anzuelos. Varas en mano, 62 competidores de todo el pais se sumaron a un torneo convocado en febrero por la Federación Cubana de Pesca Deportiva (FCPD). La modalidad común es el spinning, con señuelos artificiales. Lo diferente: en este certamen cada competidor paga sus gastos.
Definitivamente diferente a la pesca que se lleva a cabo como actividad comercial o de subsistencia, la pesca deportiva puede efectuarse simplemente por motivos de esparcimiento, pero si se la asume en su variante competitiva es mejor aprender desde temprano que la suerte tiene mucho menos peso en esta modalidad de lo que el común de las gentes suele atribuirle. Puede usted tener excelentes equipos y toda la preparación física que se requiere para afrontar una decena de kilómetros sobre el duro, filoso y peligrosamente irregular arrecife. Pero ello no es todo.

Conocer el escenario de concurso, tener una idea de quienes son sus contendientes, y trazarse una estrategia para cada dia de pesca, podrían ser algunas buenas previsiones para tener exitos regulares en esta pesca. Si los consejos le resultan familiares, ya habrá notado que son muy parecidos requisitos los que se asumen en otras disciplinas competitivas.

Divididos en en tres grupos, en igual número de días exploraron las áreas de competencia, marcadas al Este y Oeste del faro de Carapachibey, y una tercera en torno a la caleta Jorobado, para abarcar en conjunto unos 25 kilómetros de línea de costa.

Se madrugaba cada dia para amanecer al borde del agua, lanzando la línea. Se vigila el faje de los depredadores tras el cardumen de sardina y el sorpresivo ataque al señuelo, que pone un salto en el pecho y calambres en la palma de las manos. Se afinca el pie en la piedra. Se lanza, vigilando la ola traicionera. Se recobra la línea y se avanza hacia otro punto, cubriendo kilómetros en la jornada.

Finalizadas las pruebas de pesca, tres cuartas partes de los competidores lograron presentar presas a los jueces, cumpliendo la norma de talla mínima, fijada en 25 centímetros. Pescando a vara y carrete y con señuelos artificiales, las capturas realizadas en Cuba desde costas como las del sur de la Isla de la Juventud y otras de similar conformación, parecen guardar un cierto patrón en cuanto a la mayor frecuencia de algunas especies.

En esta competencia hubo 251 piezas válidas, entre las cuales fueron más abundantes los cibíes (38.8%) y rabirrubias (14,8%), coincidiendo con los resultados de una pesquería en la península de Guanahacabibes reportada en el 2002 por la revista Bitácora (no. 10), si bien en dicha ocasión la proporción fue de 72% y 17%, respectivamente.

Con toda probabilidad, la diferencia esencial estriba en la mayor diversidad de especies hallada en el escenario competitivo, pues en los pesajes de esta cita se presentaron asimismo ejemplares válidos de barracudas y guaguanchos, pargos criollos, cajíes, cochinos y agujones, y justo por menos frecuentes alegraron más a sus captures los contados caballerotes, gallegos, pintadas y roncos, y con más razón aún el sábalo y el sobaco que no tuvieron réplica.

La noticia
Los pescadores deportivos José Alba Brin y Luis Alberto Leyva Mendoza conquistaron para Ciudad de La Habana el premio mayor del tope entre provincias incluido en el Torneo Nacional- Abierto de Spinning Costero "Aniversario del INDER", mientras los galardones individuales los lograron el propio José Alba Brin, el pinero Roberto Pantoja Oliveros y el también capitalino Ricardo García Carrión.
La pieza mayor, una barracuda de 14 libras y media, fue capturada por el joven Maike Cutié, quien en dúo con Pantoja dio el segundo puesto colectivo a la Isla de la Juventud, en tanto Santiago de Cuba se llevó el tercer premio. En lanzado de precisión, una prueba técnica que recién vuelve a ganar importancia en estas lides, fue premiado el villaclareño Orlando Aguila.
José Ramón Cuza Delgado, presidente de la Federación Cubana de Pesca Deportiva (FCPD), expresó en la ceremonia de entrega de galardones que este nuevo tipo de competencias representa un reto importante para la asociación deportiva y agradeció a quienes brindaron apoyo para lograrla a pesar de múltiples inconvenientes.

Los torneos nacionales abiertos constituyen una modalidad reciente de organización de certámenes de pesca, financiados mediante el pago de una cuota de inscripción por cada uno de los participantes. Este constituye el segundo de igual tipo efectuado en el pais, apenas unos dias más tarde que la iniciativa de la FCPD se pusiera en práctica en un evento fluvial con 44 competidores en el embalse Minerva, provincia de Villa Clara.

Trofeo de ida y vuelta
El hermoso montaje en taxidermia de una barracuda viajó en barco a la Isla de la Juventud y tuvo que ser llevado de vuelta a la capital por causa del desempeño deportivo de los experimentados José Alba Brin y Luis Alberto Leyva Mendoza, quienes lo recibieron como premio entre otros trofeos.
Ambos deportistas se hallan en el comienzo de la década de los cuarenta años de edad y han dedicado más de la mitad de su vida a la práctica del spinning, una técnica de lanzado que parece adaptarse con ventaja tanto a las características de las costas cubanas, como a las especies de sus aguas y al carácter dinámico de los aficionados del patio, que disfrutan cada dia más enfrentar el reto de las largas caminatas costeras con sus dificultades y revelaciones.

Campeones por quinta vez consecutiva en la cita del sur pinero, Alba y Leyva coinciden en que la rigurosa exigencia física de la modalidad es uno de sus principales atractivos, además del dominio técnico que se requiere para cobrar peces con líneas tan finas, que su resistencia es en ocasiones bastante menor que el peso de los animales que capturan.

El spinning se aparta bastante de la imagen tan difundida como poco real del pescador sedentario. El aficionado que asume esta técnica en su preferencia debe estar dispuesto a recorrer hasta más de 10 kilometros en una jornada sobre el afilado e irregular diente de perro de los arrecifes costeros, realizando de 500 a 600 lanzamientos y vadeando unas veces con el agua al cuello o soportando el oleaje sobre el pecho en otras, cargado con un equipamiento que llega a pesar 30 libras cuando aun no ha entrado el primer pez en la bolsa. "O sea, que hay que hacer un ejercicio físico bastante fuerte", puntualiza Leyva.

Ellos consideran que tienen fuertes contendientes en los pescadores de la Isla de la Juventud, con algunos de los cuales han compartido su experiencia, en los de Villa Clara y principalmente entre sus coterráneos capitalinos, donde el spinning se desarrolló desde hace medio siglo o tal vez más, desde el afamado Malecón habanero, que para algunos conocedores sigue siendo el núcleo-escuela de la pesca por afición en el pais.

Arsenal de pescaSi se pregunta al dúo por su estrategia competitiva, dicen con simple lógica que un dia buscan el pez grande y otro el chiquito, o bien entre los dos se dividen la labor durante la jornada, de manera que la cosecha de puntos se realice con aprovechamiento de las caracteristicas de la zona de pesca, la frecuencia de la picada y las condiciones ambientales del momento.

Para tentar a los peces usan señuelos como los que acá denominan pollos, colitas y plásticos, e incluso artificiales de factura industrial denominados rapalas, aunque no todos son de la marca finlandesa de este nombre. Pero la carnada preferida de los dos campeones es la artesanal cuchara, un engaño metálico cuya figura tiene cierta familiaridad con el cubierto del mismo nombre (concavidad y brillante niquelado), y que atrae a los peces con sus erráticos destellos.

Los equipos que usan y su preparación técnica les permite lanzar hasta 80 metros, aunque reconocen que la picada está en los primeros 20 metros a partir de la orilla. Las cañas son largas, de hasta 9 pies; la línea es preferentemente monofilamento de nailon de 0.35 mm, enrollado en carretes cuya capacidad permita almacenar de 300 a 400 metros se sedal. Otra característica deseable en los carretes de spinning es que su ratio o relación de recogida sea alta, a razón de no menos de cuatro o cinco vueltas de guia-hilo por vuelta de manivela. Es decir, que se trata de avíos de recobrado rápido, necesarios a causa de la velocidad a la cual come el pez en el mar, explican.

Consideran que esta modalidad se debería promover a causa de su mayor deportividad en relación con los métodos basados en el empleo de carnadas naturales y gruesas líneas. Una forma de hacerlo sería crear clubes especializados en el spinning en el seno de la FCPD, como se ha propuesto hacerlo la filial de Centro Habana, su municipio de residencia, en la capital.
La suerte, quisiera insistir, es en la pesca apenas un incidente de carácter ambiental, pues la estadística de los torneos demuestra que al igual que en cualquier otro deporte los verdaderos campeones son aquellos que se distinguen por la regularidad de sus triunfos. Esta filosofía anima el nuevo estilo de competencias Abiertas de la Federación Cubana de Pesca Deportiva, pues la puntuación mantiene su validez en el transcurso del año y el competidor tiene así la posibilidad de mejorar sus resultados, preparándose mejor de un certamen a otro.

De cualquier forma, puede el lector tener a mano el siguiente listado de pescadores a spinning, quienes integran los 10 de la vanguardia en el Sur de la Isla de la Juventud: José Alba Brin, Roberto Pantoja, Ricardo García Carrión, Eugenio Pozo, Iván Acevedo, Maike Cutié, William Hurtado, Ibrahim Borroto, Armando Diaz y Pedro Martínez Lores. Puede apostar que la mitad de ellos volverán a ser noticia.


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