EL ANZUELO: SIEMPRE TECNOLOGIA DE PUNTA
(Publicado por la revista Heraldo Deportivo, California, Estados Unidos de América; Año IX, No. 97, julio de 2003, páginas 27 y 28)

En alguna parte escuché decir que la tecnología de la pesca ha tenido pocos avances después de la aparición del anzuelo. No hay que pensar apresuradamente que se trata de una exageración: talentos de la mecánica y la metalurgia en todas las épocas habrán trabajado para aportarle materiales más resistentes y duraderos, estudiado su fundamentación física y creado aplicaciones para diversas modalidades de pesca, pero el elemental, conveniente y convincente gancho afilado ideado para apresar peces permanece como un concepto invariable casi desde la época en que el palo y la piedra eran lo más avanzado del herramental humano.
El anzuelo -junto a la línea, por supuesto- es el elemento fundamental en la pesca deportiva. Sin esta fascinante pieza, la pesca estaría dominada por las redes, arpones y otras artes masivas. Surge en muchos lugares; tan simple como una espina afilada en sus dos extremos y atada en el centro, o tan elaborados y "futuristas" como ciertos anzuelos de concha y hueso que, con algunas particularidades de diseño, se han hallado lo mismo en las islas Marquesas, que en el Caribe o en Hawaii.
Anzuelos atragantadores se conocieron en el valle de Somme, Francia, al menos 7000 años antes de nuestra era, mientras los chinos de la antiguedad se valían de una afilada lámina de bambú atada como un aro, que se abría, clavándose en las entrañas del pez cuando la carnada era tragada.
Hay noticias de un anzuelo curvo, sin barba, usado durante la primera dinastía egipcia, de 5702 a 2700 antes de nuestra era; también usaban un anzuelo de similares características en un sitio tan distante del Nilo como el imperio Inca. Los egipcios mejoraron su anzuelo añadiendole la barba alrededor de 1200 antes de nuestra era, durante la duodécima dinastía. Dicen que un antiguo anzuelo de concha hallado en Santa Bárbara, California, era ya un genuino anzuelo, incluso con barba, aunque del lado externo.
Se considera que las agujas de acero son el antecesor más directo de la producción de anzuelos en volúmenes comerciales. La producción de anzuelos de acero se disparó en Europa durante el siglo XIX. En 1826 se puso en funcionamiento la primera máquina para hacer los ojos a las agujas y algunos historiadores están convencidos de que igualmente se les usó para producir anzuelos. Artesanos ingleses viajaron a paises escandinavos para trabajar en las fábricas de agujas y anzuelos de esa región.
En 1832 fundaron en Oslo la compañía Mustad, que permanece hoy día en el mercado. Tan extenso período de servicio y un surtido que abarca más de 30 000 modelos, hacen de la firma noruega una de las más conocidas internacionalmente, cuyos tecnólogos no han dejado de probar en la línea de producción todos los adelantos científicos de cada época, como el acero inoxidable, el afilado químico y, más recientes, acabados de superficie verdaderamente revolucionarios.
En los Estados Unidos la producción de anzuelos va a tomar un camino industrial ya comenzado el siglo XX. A finales de los años del 1920 la Wright and McGill, de Denver, comienza la producción a máquina. Se introducen avances como el afilado mecánico de la punta y una nueva curvatura, bautizada "Eagle claw" (garra de aguila), cuyo diseño logra hacer coincidir la dirección de penetración de la punta del anzuelo con la línea de tracción del sedal.
Tan cerca como en Irvine, California, la prestigiosa Owner aporta novedades como los anzuelos de punta de triple filo y participa creativamente en la difusión de los "circle hooks",o sea, los anzuelos "redondos", recomendados en la actualidad como recurso para aumentar las posibilidades de supervivencia de los peces en los métodos de catch and release, al igual que los denominados "anzuelos ecológicos", fabricados en materiales sensibles a la corrosión para que desaparezcan en poco tiempo si quedan clavados en la boca de un pez soltado vivo.
No importa cuan abundante y caro sea el contenido de su caja de avíos. Si sus anzuelos están cuidados, limpios de oxido e indiscutiblemente afilados, usted será siempre un pescador que sale de casa en busca del éxito en el agua.

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