MARINA TARARA
NUESTRA FILOSOFIA ES LA EXCELENCIA
Firmado con el seudónimo de Manuel Balseiro en BITACORA. No 2, invierno 1999, p. 8

A finales de la década del ’80 el desarrollo de la náutica al este de la capital cubana halló un centro en una pequeña instalación en la desembocadura del río Guanabo, a unos 25 kilómetros del centro de la capital. Durante más o menos un lustro, unos cuantos experimentados guías de pesca e instructores de buceo trabajaron en la creación de un nuevo nombre en la oferta turística local basada en el mar: Marina Veneciana, sede de interesantes competiciones de pesca de agujas, acabó por adquirir su propio perfil en un mercado naciente. El crecimiento natural de su propia gestión y el auge del turismo en el país, hicieron imprescindible una nueva sede, más amplia y con mayores perspectivas.

Así nació, en abril de 1994, Marina Tarará, integrante de la joven Cadena Náutica Puertosol. El nuevo enclave en la desembocadura del río Tarará y más cerca de La Habana, ofrecía el beneficio de una rada más amplia y protegida, una significativa planta de alojamiento en residencia de bella arquitectura y la memoria de intereses náuticos que se remontaba a los comienzos de siglo. Hoy día, cuando se habla en Cuba de pesca mayor, buceo y potencialidades del datismo, uno de los primeros nombres que se mencionan es el de este atractivo sitio costero.

BITACORA: ¿Qué representa para la Marina estar a 20 kilómetros de La Habana?

José Báez: Indudablemente, esa distancia constituye una de las fortalezas de nuestro producto. En apenas 15 minutos se llega a nuestra Marina, lo cual representa muy poco tiempo de viaje. Quiere decir en suma, que nuestro producto náutico está al alcance de todos los turistas que llegan a La Habana.

BITACORA: Marina Tarará transita su sexto año de existencia, ¿satisface al gerente general el saldo de este período?

José Báez: Con sinceridad, los resultados de esta etapa aun no los consideramos positivos. Nos falta lograr una ubicación más favorable en el producto náutico cubano; tenemos condiciones naturales que nos fortalecen, pero queda mucho por hacer en el tema de la calidad de los servicios que ofrecemos.
En ese sentido nos esforzamos por hacer un trabajo muy profesional y muy serio, además de tratar de encontrar el trecho que nos queda por recorrer en cuanto a la comercialización.

BITACORA: ¿Podría definir la filosofía de servicio de la Marina?

José Báez: Esa filosofía es la excelencia en cada una de las actividades que integran el producto Marina Tarará: el alojamiento, la gastronomía y la recreación como complementos de la náutica que es nuestra razón de ser. Estas integran una combinación diferente de cualquier otra oferta turística en la Ciudad de La Habana. Haciendo hoy una valoración, pensamos que la calidad de la náutica se acerca bastante a nuestra filosofía, aunque en el resto de las actividades nos queda por hacer. Diría más: podríamos ubicarnos en perspectiva, en el primer lugar del producto náutico cubano, dado que en Tarará la oferta abarca todos los segmentos de mercado, diferenciadores en esto también de los demás productos turísticos del país.

BITACORA: ¿De qué depende, entonces, que la actual capacidad de atraque llegue a ser insuficiente y tengan que crecer?

José Báez: En primer lugar, de nuestro equipo comercial. Aunque tenemos limitación de calado se ha demostrado que a nuestra Marina arriban embarcaciones con calado límite, aprovechando el ascenso de la marea. Para la categorización como Puerto Internacional, sin embargo, esperaremos a realizar un conjunto de inversiones ya previstas. No queremos apurarnos.
En cuanto a la flota propia, tenemos seis yates de recreo y una lancha. Estos son nuestro orgullo, pues es una de las flotas turísticas con mayor índice de disponibilidad técnica en el país y su estado de conservación y mantenimiento es bueno. En estos momentos, salvo ocasiones excepcionales, esta flota cubre la demanda actual, mientras las acciones comerciales emprendidas por la cadena de marinas Puertosol auguran un desarrollo continuado y la posible ampliación a corto plazo de las capacidades.
Las tripulaciones de Marina Tarará, en tanto, están integradas por marineros experimentados, provenientes de la industria pesquera y del turismo. Casi todos han transitado por diferentes especialidades náuticas y, junto a su sencillez y trato natural, demuestran un amplio conocimiento de una de las zonas de pesca más ricas en peces de pico del país.

BITACORA: Actualmente realizan el Torneo El Viejo y El Mar y el de la Hispanidad. ¿Están satisfechos con dos certámenes de pesca al año?

José Báez: Realmente no. Nos queda un vacío en los primeros meses del año, en cuya etapa está demostrado que hay buena pesca. Hay algunas ideas, pero la que más nos agrada es la de realizar un gran torneo conjunto con nuestros amigos de la Marina Hemingway, que estamos seguros sería un éxito. También estamos trabajando desde ya para organizar en el año 2000 un Torneo Nocturno de la Pesca del Pargo Criollo (Mutton Snapper Sportfishing Nigth Tournament), durante la época de su corrida habitual y ya contamos con numerosos pescadores interesados.
Pienso que podríamos ser más ágiles en utilizar los resultados de los torneos y algunas capturas relevantes en nuestra promoción y considero que BITACORA, una publicación que ya era imprescindible para los pescadores y marinos deportivos cubanos, puede ayudarnos a enmendar ese olvido.

BITACORA: ¿Se sumará Marina Tarará a la pesca sin muerte?

José Báez: El “Tag and Release” se ha impuesto. Dado que hemos superado algunos prejuicios y elevado nuestra conciencia conservacionista, podemos enunciar que más pronto de lo esperado Marina Tarará tendrá su torneo de pesca por este método.

BITACORA: Nos hemos enterado de que la recordista mundial de inmersión, Debora Andollo, reside aquí.

José Báez: No sólo vive aquí sino que es miembro de nuestro equipo de trabajo. Es un honor para la Marina contribuir a la preparación de esa excepcional deportista. Su presencia no se relaciona con un nuevo auge de las ofertas subacuáticas, sin embargo. Para éstas, Marina Tarará cuenta con un Centro Internacional de Buceo con excelentes condiciones y personal capacitado, cuya aceptación se abre paso en la medida en que se amplían las acciones comerciales en ese sentido. Al frente de ese centro se encuentra otra mujer, Mireya Jiménez, primera mujer buzo-instructor en América Latina.

BITACORA: ¿Qué hay del datismo, las ofertas de “Yacht Charles” con vida a bordo y las regatas a velas en Tarará?

José Báez: El desarrollo de estas opciones están condicionadas a la creación de un Club Náutico Internacional. Hemos recibido propuestas de apoyo el Club Náutico Internacional Hemingway y pensamos que podamos lograrlo próximamente.

BITACORA: Hay perspectivas para celebrar en el 2001 la Primera Feria Náutica Internacional en Cuba, ¿Aceptaría Marina Tarará la sede?

José Báez: Si en algún momento la cadena Puertosol nos planteará esa misión, sería un reto que nos gustaría enfrentar.

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