LA PESCA DEL BASS EN CUBA
DESTINOS, 6 de febrero 1998
Hace siete décadas la lobina negra boquigrande, o Black bass largemouth comenzó a expandirse por las aguas dulces del archipiélago cubano. La historia se inició con 500 crías del Micropterus slmoides traídas desde la Florida y aclimatadas en una estación piscícola en las afueras de LA Habana. Pronte este fantástico pez demostró que en los arroyos, ríos y lagunas de Cuba había hallado un hogar justo a la medida de sus potentes aletas y de su formidable e insaciable boca.
Aunque muy aficionados a las pesquerías en el mar, los deportistas cubanos de la vara y el carrete no tardaron demasiado en darse cuenta de que aguas adentro había surgido algo digno de atención. Unos cuantos se empeñaron en capturar lobinas a toda costa, pero en 1936 el gobierno dictó el Decreto Ley 704, que protegía legalmente a ésta y otras especies fluviátiles, intención conservacionista que mantiene la actual legislación pesquera del país.
Los cubanos nos hemos acostumbrado a llamar trucha a la lobina. Esto es un error, por supuesto, pero aclaramos siempre a cual pez nos referimos. En realidad, parece que el calificativo incorrecto fue importado junto con los primeros alevines, pues en algunos sitios del sur de los Estados Unidos también llaman trout al bass, según un viejo libro titulado The Standard Book of Fishing.
A mediados de siglo había un guía en La Habana que tenía mucho éxito en la pesca del bass. El llevaba a sus clientes, principalmente norteamericanos, a la Laguna del Tesoro, un acuatorio natural de 800 hectáreas, aislado en medio de los dilatados humedales de la Cienaga de Zapata. Era un viaje dura en esa época, pero inolvidable. Uno de los pescadores norteños le dijo en una ocasión al guía: “Conozco un buen número de ejecutivos de negocios en USA que estaría dispuesto a empujar este bote que ellos podrían hallar aquí”.
En 1978 la Laguna del Tesoro fue sede de un todavía famoso torneo internacional de pesca entre cubanos y norteamericanos. Un encuentro similar tuvo lugar cuatro años después en el embalse Hanabanilla, donde realizarán del 5 al 8 de marzo próximo el primer Torneo Todos Estrella de la Pesca del Bass en Cuba (CUBAN ALL STAR BASS OPEN TOURNAMENT), en la modalidad de captura y suelta (Match and Release).
Torneos nacionales de pesca de esta especie son realizados en el país desde 1969, una tradición deportiva cada vez con mayor número de adeptos. Samuel Yera Pompa, uno de los campeones locales y miembro del “10 Pound Bass Club” de la Internacional Game Fish Association (IGFA), encabeza la nómina de competidores cubanos en la inminente cita internacional.
Desde Laguna Grande, enla accidental provincia de Pinar del Río, hasta más allá del oriental río Cauto, Cuba es un gran reservorio de lobina negra boquigrande y el venidero certamen confirmará la voluntad conservacionista del país.
DESTINOS, 6 de febrero 1998
Hace siete décadas la lobina negra boquigrande, o Black bass largemouth comenzó a expandirse por las aguas dulces del archipiélago cubano. La historia se inició con 500 crías del Micropterus slmoides traídas desde la Florida y aclimatadas en una estación piscícola en las afueras de LA Habana. Pronte este fantástico pez demostró que en los arroyos, ríos y lagunas de Cuba había hallado un hogar justo a la medida de sus potentes aletas y de su formidable e insaciable boca.
Aunque muy aficionados a las pesquerías en el mar, los deportistas cubanos de la vara y el carrete no tardaron demasiado en darse cuenta de que aguas adentro había surgido algo digno de atención. Unos cuantos se empeñaron en capturar lobinas a toda costa, pero en 1936 el gobierno dictó el Decreto Ley 704, que protegía legalmente a ésta y otras especies fluviátiles, intención conservacionista que mantiene la actual legislación pesquera del país.
Los cubanos nos hemos acostumbrado a llamar trucha a la lobina. Esto es un error, por supuesto, pero aclaramos siempre a cual pez nos referimos. En realidad, parece que el calificativo incorrecto fue importado junto con los primeros alevines, pues en algunos sitios del sur de los Estados Unidos también llaman trout al bass, según un viejo libro titulado The Standard Book of Fishing.
A mediados de siglo había un guía en La Habana que tenía mucho éxito en la pesca del bass. El llevaba a sus clientes, principalmente norteamericanos, a la Laguna del Tesoro, un acuatorio natural de 800 hectáreas, aislado en medio de los dilatados humedales de la Cienaga de Zapata. Era un viaje dura en esa época, pero inolvidable. Uno de los pescadores norteños le dijo en una ocasión al guía: “Conozco un buen número de ejecutivos de negocios en USA que estaría dispuesto a empujar este bote que ellos podrían hallar aquí”.
En 1978 la Laguna del Tesoro fue sede de un todavía famoso torneo internacional de pesca entre cubanos y norteamericanos. Un encuentro similar tuvo lugar cuatro años después en el embalse Hanabanilla, donde realizarán del 5 al 8 de marzo próximo el primer Torneo Todos Estrella de la Pesca del Bass en Cuba (CUBAN ALL STAR BASS OPEN TOURNAMENT), en la modalidad de captura y suelta (Match and Release).
Torneos nacionales de pesca de esta especie son realizados en el país desde 1969, una tradición deportiva cada vez con mayor número de adeptos. Samuel Yera Pompa, uno de los campeones locales y miembro del “10 Pound Bass Club” de la Internacional Game Fish Association (IGFA), encabeza la nómina de competidores cubanos en la inminente cita internacional.
Desde Laguna Grande, enla accidental provincia de Pinar del Río, hasta más allá del oriental río Cauto, Cuba es un gran reservorio de lobina negra boquigrande y el venidero certamen confirmará la voluntad conservacionista del país.
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