MARCADOS PERO VIVOS
Destinos, 6 de junio de 1997
Cuba se incorporó al conjunto de países en cuyas aguas se práctica el “tag and release”, o marcado y liberación de los peces de pico, cobrados deportivamente. La iniciativa comenzó en el reciente torneo Hemingway.
Según la Billfish Foundation, un grupo internacional que patrocina estudios científicos para la protección de los peces de pico, menos del dos por ciento de las capturas deportivas de ejemplares de estas especies son liberadas hoy día, pero el interés por esta práctica va en aumento.
Las agujas, principalmente los grandes casteros azules o negros, conocidos como blue marlin y black marlin, de igual modo que el emperador o pez espada (broadbill), constituyen el soporte de una multimillonaria industria recreativa y son objeto de una fuerte presión de pesca, incluida la pesca comercial.
Hace tres años, los organizadores del torneo internacional de la pesca de la aguja ernest hemingway anunciaron en la habana su intención de ampliar en el longevo certamen las reglas de tag and release (t&r).
Comenzaron por establecer limite de peso mínimo para el desembarque de las piezas cobradas en competencias, aunque esta medida no pareció muy efectiva a unos cuantos observadores. Al final se logró el propósito, en el recién concluido xlvii torneo.
La organización del certamen bajo la nueva óptica requirió algunos ajustes. En primer lugar, se adicionaron al reglamento varios acápites referidos a la longitud mínima que debían tener para que fuera aceptable su pesaje en tierra y los puntos correspondientes al t&r.
Cuatro especies puntean en el Hemingway. El castero debe de medir no menos de 76 pulgadas entre la mandíbula inferior y la cola para consolidar válida su captura. A la aguja blanca se le exige no menos de 62 pulgadas, 57 al pez vela y 50 pulgadas a la aguja de pico corto, que realmente aparece en estas aguas.
Por liberar un pez, el deportista y su equipo reciben 100 puntos (castero azul), 50 (aguja blanca), hasta 30 (pez vela y aguja de pico corto). Cada pieza acumula 25 puntos adicionales si es marcada.
Un pez sacrificado y llevado a puerto, si cumple los requisitos de longitud requerida, recibe un punto por libra de peso. El japonés Takaro Hirobayashi renunció a una parte de este beneficio en el reciente torneo liberó un pez estimado en 140 libras y se conformó con los 125 puntos de t&r. Fue una elegante y alentadora actitud deportiva.
La introducción del tag and release en el torneo fue una iniciativa promovida por el Club Náutico Internacional Hemingway (CNIH), una institución con sede en La Habana a la que están asociados más de 700 yatistas de cerca de 40 países.
El señor José Miguel Díaz, comodoro del CNIH y, desde febrero pasado, representante en cuba de la International Game Fish Association (IGFA), reconoció la ayuda de la billfish foundation, del club náutico de san juan, puerto rico, y de la propia IGFA, en la implantación de las nuevas normas de pesca.
Un soporte fundamental para este propósito, aparte de la información técnica y la asesoría, fue la posibilidad de contar con 150 tags o marcas de numeración seriada, con sus correspondientes tarjetas de control.
Los bastones de implantación del tag, no obtenidos de momento en cantidad suficiente, se improvisaron con listones de madera y todo quedó resuelto.
En entrevista exclusiva para destinos, Díaz elogió el trabajo de una veintena de expertos de la Federación Cubana de Pesca Deportiva, quienes se desempeñaron como observadores a bordo de las embarcaciones en competencia.
A la pregunta respecto al futuro de las normas de tag and release en Cuba, el comodoro respondió que en el venidero otoño se pondrá en práctica en el xvi torneo internacional del blue marlin, que organiza la propia Marina Hemingway.
Se trata de involucrar, asimismo, a otros organizadores de certámenes similares en el país precisó. De igual forma, supuso que la introducción de esta práctica en la pesca deportiva fuera de competencia debe requerir de un plazo mayor.
El ejemplo del sr. Hirabayashi no fue seguido de manera masiva durante el XLVII Torneo Hemingway Internacional, pero si en medida suficiente para que 15 de los 24 peces de pico capturados aún sigan vivos en las aguas.
Mi amigo W.J., un periodista de la costa oeste de la Florida afirma que es contradictorio que un pez muerto pueda recibir más puntos que uno liberado. En realidad, las estadísticas de capturas de los últimos tres años en el torneo demuestran que muchos peces salvarán la vida si se cumplen las reglas.
Reinaldo Curbelo, campeón individual de la lid ganada de conjunto por el equipo individual del yate Alloy Sea, fue el primer cubano en practicar el tag and release y lo hizo repetidas veces.
"Fue una experiencia interesante, deslumbradora, ver al pez retornar vivo a las aguas, después de haber brindado una espléndida batalla", dijo Cuberlo.
Las reglas de t&r han llegado a cuba justo en un momento en que el nuevo Decreto ley 164, Reglamento de pesca, pone en el orden del día un conjunto de medidas para la conservación de las especies en las aguas. Puede ser una feliz coincidencia.
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