PESCADORES DEPORTIVOS ESTADOUNIDENSES REDESCUBREN PARAISO CUBANO
Cuban Review, marzo 1996, pág. 3

A PESAR DE LAS RIGUROSAS PROHIBICIONES DE SU GOBIERNO, ALGUNOS TURISTAS NORTEAMERICANOS AMANTES DEL DEPORTE DE LA PESCA HAN ENCONTRADO LA FORMA DE VENIR A CUBA A CORRER LA DOBLE AVENTURA DE VISITAR UN PAIS <> Y PESCAR EN LAS AGUAS QUE SU COMPATRIOTA ERNEST HEMINGWAY GLORIFICO EN CRONICAS Y NOVELAS.

Esta preferencia por practicar la pesca deportiva en Cuba costó al texano Dan Show una condena a cinco años de prisión, impuesta en 1990 por el gobierno de George Buch y conmutada más tarde por 90 días de arresto, 5300 dólares de multa y 1000 horas de servicios comunitarios, bajo la condición de “libertad supervisada”.

Durante años, algunos aficionados norteamericanos buscando coberturas en los entresijos de las leyes, se han provisto de autorizaciones a muy alto nivel o se han aprovechado de otros medios para satisfacer su pasión, y algunos, en realidad bastantes, han venido a Cuba a competir en torneos muy divulgados, incluso a bordo de sus propias embarcaciones.

La revista norteamericana Salt Water Sportsman afirmó en su edición de octubre pasado que los pescadores deportivos de esa nacionalidad estaban listos para venir a Cuba en cuanto se normalicen las relaciones entre los dos países.

Bajo la firma del especialista Dave Vedder, la publicación presenta, en una extensión de cinco páginas, el reportaje “Casting around Cuba” que relata la “subrepticia” visita de ocho pescadores aficionados estadounidenses a los Jardines de la Reina, un archipiélago al sur de la provincia de Ciego de Avila.

Sin referencia explicita al embargo, el texto señala que los ciudadanos de Estados Unidos tienen prohibido viajar a Cuba, con la excepción de periodistas, algunos científicos y aquellos que vayan a la isla en “misiones humanitarias”.

Vedder califica el viaje de “exploratorio” e informa que fue coordinado mediante la agencia Sports and Cultural Festivals, con base en Toronto. En un recuadro insertado en las páginas del reportaje, se ofrece a los interesados el teléfono (905) 678-0426 para que puedan obtener más información acerca del turoperador canadiense.

Canadá – Cuba Sports and Cultural Festivalaas ofrece paquetes turísticos de caza y pesca y la combinación de ambas modalidades desde 1600 hasta 2400 dólares canadienses por semana, según un prospecto del año pasado. Se incluye caza de pluma y mayor en los más renombrados cotos cubanos de pesca tanto del bass en aguas interiores como de especies marítimas para avios ligeros. Según Vedder, él viajó con el objetivo de participar en un festival anual de pesca fly (pesca a la mosca) patrocinado por la provincia de Ciego de Avila. En ningún momento la prensa cubana ofreció información sobre este certamen.

“La isla es un paraíso tropical y la pesca es de clase mundial”, afirma Vedder, quien no pasa por alto las carencias materiales que afronta el país caribeño, como tampoco las muestras de simpatía que reciben los estadounidenses “a pesar de las tensas relaciones entre los dos países”.

Desde el punto de vista deportivo, el redactor de Salt Water Sportsman valora de modo satisfactorio la abundancia y la talla de especies sumamente apreciadas por los pescadores aficionados, además de distinguir la experiencia de algunos de los guías de pesca en los Jardines de la Reina.

En la medida que el grupo se familiarizaba con las aguas de la cayería, Vedder nota el aumento de las capturas y no deja de registrar entre los récords algunos macabíes en el rango de las 10 libras, jóvenes y combativos sábalos de 50 libras que salían siete pies sobre el agua y barracudas que alcanzan 30 libras. Aunque el reportaje pretende crear una ilusión de descubrimiento para el lector de Estados Unidos, pescadores deportivos norteamericanos frecuentan Cuba al menos desde 1978, año en que el presidente Jame Carter dejó sin efecto la prohibición a los ciudadanos de ese país de viajar a la nación caribeña, aunque dos años después se retractó de esta medida.

En ese mismo año las autoridades turísticas cubanas decidieron volver a convocar con carácter internacional el “Torneo Hemingway” de pesca de agujas, en el cual la participación de equipos estadounidenses, aunque fluctuante, se mantiene hasta el presente. También comenzaron entonces a organizar los primeros de varios topes bilaterales de pesca del bass, entre competidores de Cuba y Estados Unidos, celebrados alternativamente por un corto período en ambos países.

El cuatro de enero último, el diario USA Today lanzó una encuesta para conocer cuantos ciudadanos de Estados Unidos pasarían sus vacaciones en Cuba si el embargo fuera abolido. Sin duda alguna, muchos de los que respondieron el formulario estarían pensando en crear su propia leyenda cuando tengan la oportunidad de lanzar los sedales sobre las aguas místicas del viejo Hemingway.

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