Copa Ernest Hemingway
MEXICANOS BATEN A MEXICANOS EN LA PESCA DE LA AGUJA
Especial para Granma Internacional, 21 de junio de 1992

Una relajada sonrisa de satisfacción, llevada a casa por cada competidor, podría muy bien ser el símbolo del recien concluido 42o Torneo Clásico Internacional de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway, realizado en mayo en La Habana.

Fue un bellísimo certamen, sin dudas, con buen nivel de capturas, animadas pruebas de pesca -cuatro en total- y un final inesperado, siempre posible en este deporte de líneas y anzuelos. Un panorama que se tornó más agradable y (aprazível) con una eficaz dirección técnica de la Federación Cubana de Pesca Deportiva (FCPD).

La competidora local Leonor Ramos fue noticia el día de apertura con la pesca de una aguja blanca de 53 libras que la mantuvo hasta el último momento como principal aspirante al premio a la máxima acumuladora de puntos previsto para mujeres.

Briggitte Scholaster, de Alemania, se adelantó algunos minutos a la cubana para exibir su pesca, que se constituyó para ella en un trofeo de hecho, a la primera captura del clásico, conseguida una hora y 12 minutos después del disparo de apertura, realizado por el Dr. Manuel Paniagua, presidente del Jurado de competencia, en la Marina Hemingway.

Entre las mujeres entró asimismo en la competencia la checa Darina Feglova -con ella sumaban tres en lidia- mas la canadiense Lise Maurice -…y cuatro- marcó dos veces, ganando el premio femenino con 174,9 puntos, suma de una aguja blanca y una aguja (nobre).

Bregman, a la tercera

El Dr. David Bregman, de Nueva Jersey, Estados Unidos de América, es un hombre cuya pasión parece compartirse a partes iguales entre la cirugía cardiovascular en que es reconocido como una eminencia, y la pesca deportiva.

Bregman posee un yate Viking de 48 pies bautizado Heart Mender (Remendador de corazones), a bordo del cual ha venido tres veces a participar en este torneo en Cuba. La primera vez, cobró un pequeño dorado; la segunda, una aguja que fue la primera captura del torneo de 1991, y ahora logra finalmente varios títulos.

Una aguja de 246,5 libras, capturada en una hora de lucha en la popa inundada por el oleaje, representó para el norteamericano el premio a la pieza mayor (Trofeo Cubanacán), además de otros que alcanzó al levantar su puntuación hasta 287,2 libras por la captura de otro pez de pico.

Con esa puntuación, el deportista ascendió , simultáneamente, al título de máximo acumulador individual (trofeo El Viejo y el Mar) y al tercer lugar por equipos (trofeo Hemingway para esa posición), y encima conquistó el trofeo Fiesta con el mayor dorado, con un ejemplar que pesó 25,8 libras.

Mexico bien representado

Si entre los mexicanos que vinieron a participar en el torneo existe alguno con dotes para la música típica de su país, no sería sorprendente que ahora estuviese pensando en componer una ranchera inspirado en los contecimientos del 42o Torneo Hemingway, donde los competidores de Mexico fueron los principales protagonistas.

Es bien cierto que de esa nación era la mayor cantidad de equipos en competencia, con 10 yates de una flota general de 33. Con todo, esto no obliga a que casi la mitad de los competidores mexicanos que consiguieron capturas (tivessem sido da vizinha naccao). Esto escapa de las leyes estadísticas.

Ellos no esperaron mucho para dar quehacer a sus oponentes. Francisco López Mena y José Ignacio Rivas , en el yate Aguja Blanca, se encargaron, en la segunda prueba de pesca, de juntar sus capturas a las que su compeñero Herbert Baquedano había conseguido en el inicio.

Los 200,5 puntos así conseguidos dejaban al norteño Bregman con una cómoda ventaja equivalente al peso de un pez de pico de tamaño mediano. A la tercera tentativa, entretanto, la diferencia entre ambos equipos arrastró a los mexicanos a la meta de las 306 unidades, quedando Bregman con una anotación máxima inferior a esta.

El último día del certamen será sin duda recordado durante mucho tiempo entre los pescadores participantes. Inesperadamente, un equipo que había pescado solamente una pequeña aguja, desembarca en la Marina con dos grandes peces. (Aquilo foi um verdadeiro deus me acudá).

Nadie esperaba una sorpresa de una aguja de 48,7 libras capturada por Jorge Algara. Mucho menos podía esperar que sus compeñeros a bordo del Itabo, Luis Barocio y Alfonso Chavez, cambiasen la tabla de posiciones vigente hasta el día anterior, aumentando la posición colectiva hasta 318,8 unidades.

Estos mexicanos saltaron del anonimato a la fama como las telenovelas, y dejaron a sus esforzados coterráneos en un segundo lugar.

Este año, el Torneo Hemingway Internacional volvió a pasar la barrera de las dos mil libras de captura de peces de pico, con un total de 18 agujas blancas, cuatro voladoras y nueve casteros (nobre).

A pesar de la ausencia de algunos pescadores famosos, el clásico continúa en altab y todo indica que será mejor el año próximo.

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