CON VARA Y SEDAL
AVIOS EN LA PESCA DEPORTIVA
Mar y Pesca, Julio 1990, No 298

¿SABE USTED CUALES SON LOS AVIOS PARA LA PESCA DEPORTIVA MAS EN BOGA ENTRE NUESTROS AFICIONADOS?
¿O TAL VEZ HASTA CUANTAS LIBRAS DE RESISTENCIA EN EL SEDAL SON PERMISIBLES PARA HOMOLOGAR UNA CAPTURA?
EL PRESENTE TRABAJO DESPEJA ESAS Y OTRAS INTERROGANTES . . .

Aunque a estas altura de la historia de la civilización de los avios bien podrían considerarse una parte del acervo universal, el empleo de los mismos para la pesca deportiva en cada país tiene que ofrecer, necesariamente, diferencia de origen histórico, tecnológico y hasta las relacionadas con las especies más abundante en cada enclave geográfico.

Vale destacar, ante todo, que la condición de avio deportivo excluye todo tipo de arte de captura masiva, aun aquellos constituidos por múltiples anzuelos.

El Decreto Ley número 103, Reglamento para la pesca no comercial, precisa en sus artículos 11 y 12 que en las pesquerías deportivas marítimas y fluviales “sólo pueden utilizarse como arte o avios, el cordel, la vara, el carrete, el alambre y el anzuelo” agregándose la atarraya sólo con el fin de obtener carnada en el mar.

De manera explicita la regulación nacional prohíbe en este tipo de actividad las redes, palangres, los demás artes y avios de capturas masiva y la caza submarina, salvo como deporte organizado bajo la rectoría y control del INDER, en el caso de ésta última.

Las reglas de la Asociación de Pesca Deportiva (Internacional Game Fish Association, IGFA), y las que están en uso en Cuba en esta materia, excluyen asimismo el uso de líneas de alambre. Por algunos aficionados de larga experiencia se pudo conocer que este último se ha empleado durante años en la captura de petos, por temor al fuerte tirón de este pez al comer la carnada.

LOS AVIOS EN CUBA

En los récords cubanos de pesca deportiva, publicados cada año, se hace diferencia enyre las categorías de sedal para vara y carrete, con un margen permisible de hasta 80 libras de resistencia, y los avios de mano y vara sin carrete, para los cuales no se toma en cuenta la resistencia de la línea utilizada.

Un estudio para las propuesta de este reconocimiento en el trienio de 1986 a 1988, se evidenció que en 127 capturas se emplearon técnicas de vara y carrete, para el 58,0 por ciento de la muestra; el 36,1 por ciento de los ejemplares lo cobraron con sedal a mano, el 3,2 por ciento con vara criolla y de las siete piezas restante no hubo informe en este sentido.

Previamente se habían investigado las preferencias de varias decenas de aficionados de seis provincias del país, obteniéndose en este caso un resultado inverso, con el 52,4 por ciento para avios manuales y 35,7 por ciento de empleo de vara y carrete. Del total de encuestados, el 7,1 por ciento no respondió la pregunta y 2,4 por ciento declaró preferir la pesca con alambre.

Sobre la vara criolla, 53 interrogados negaron usarla y siete no respondieron la pregunta, pero los 24 restantes confirmaron la utilidad del sencillo aparejo tanto en aguas dulces como saladas.

Se ha podido observar que, desde una fina caña de menos de dos metros hasta una resistente de más de siete, la vara criolla constituye un arte de pesca interesante, versátil y cómodo , y no carente de emotividad para los principiantes y los que no lo son, cuando se le prepara un sedal fino, flotador una ligera lámina de plomo y un anzuelo pequeño.

En los remansos de ríos y embalses o en escamaduras de mediana profundidad en las costas, se pueden anzolar piezas de gran tamaño con este avio. En la muestra del mencionado trienio la mayor captura con vara criolla fue una carpa espejo de seis libras y dos onzas.

Para la pesca con sedal a la mano se emplea un carrete o huso de madera, plástico o metal, cuyo tamaño está relacionado con la longitud y calibre del nailon que ha de contener. Uno de los bordes de esta pieza -ver foto- está torneado de tal forma que permite la salida libre del sedal.

Lo utilizamos generalmente para lanzar la carnada a cierta distancia, adicionando una plomada al extremo del sedal o corrediza sobre el mismo, aunque también tiene utilidad para las pescas denominadas al vuelo, al vivo y al curricán.

VARA Y CARRETE

Existen varios tipos de equipos para este fin en el mundo, pero el mayor uso lo tienen en Cuba el spinning (82,5 por ciento de la muestra del trienio), como avios para el lanzado ligero en agua dulce y el mar, y el trolling (12,8 por ciento), modalidad de avios pesados, exclusivos de las aguas saladas. También se utilizan, en ínfima proporción , el spin-casting y el casting.

Vara y carrete en la pesca es sinónimo de deportividad y máximo disfrute. Es posible capturar un pez, dos, cinco y hasta veinte veces más pesado que la resistencia de la línea, debido a la flexibilidad de la vara y al mecanismo del molinete o carrete, que cede nailon antes de llegar a la máxima tensión permisible.

Una trucha (Mycropterus salmoides) puede uno anzolarla con un nailon de mano e inclusive con una vara criolla y una carnada natural en ambos casos, pero nunca será mayor la emoción que cuando la lobina se debate al extremo de un finísimo sedal manipulado con una vara ligera.

Entonces cada salto del pez provoca tensión por temor a perderlo, a cada escapada se dobla la caña casi hasta la empuñadura . . . y ha habido quienes retan con una vara de spinning nada menos que a un sábalo, pez considerado la máxima atracción para avios ligeros.

En nuestro país se emplean varios tipos de señuelos artificiales para el lanzado ligero, pero la pesca con carnada viva parece ser la que capta más atención de los aficionados locales, mientras el trolling es casi absolutamente una pesca con cebo natural en Cuba.

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