¡ATENCION PESCADORES!
EL HORARIO PARA LA PESCA
Mar y Pesca, No 299, agosto 1990. pág. 27

LA SELECCIÓN DEL MOMENTO JUSTO DE LANZAR LOS AVIOS AL AGUA –SEA EN EL MAR, EN EL RIO O EN LA PRESA- DEBE, POR LOGICA, REPORTAR BUENOS DIVIDENDOS AL QUE LO REALICE

Con alguna frecuencia los aficionados se refieren a su mucha o poca suerte en la pesca, cuando valoran los resultados de una jornada pasada sobre el agua con los avios en la mano, pero no todos nos detenemos a examinar un conjunto de factores objetivos que influyen realmente en la cantidad de peces que comen la carnada.

Si el lugar escogido es el correcto, los avios son de primera, la carnada es la mejor y estamos seguros de que la época del año y el estado del tiempo deben ofrecernos buena pesca. ¿por qué no siempre es así?

No son pocos los que, aunque convencidos del disfrute que les aguarda en cada buena pesquería, consideran sin embargo que cualquier momento es bueno para lanzar los avios al agua, y no tienen en cuenta que los peces, seres vivos al fin, se rigen por patrones biológicos ajustados a las diversas fases del día.

Así, existen peces de hábitos diurnos o nocturnos, según reconocen Andrés Rodríguez y Raúl Valdés en su libro Peces marinos importantes de Cuba, y otro tanto sucede con las especies ictícolas fluviales, entre las cuales la anguila, por ejemplo, tiene su vida activa por las noches.

“No hay dudas se que el pez habitualmente come con más deseos al alba, y luego de nuevo al crepúsculo”, plantea el autor español Juan Nadal, en la obra Iniciación a la pesca (Barcelona, España, Editorial Sintes, 1958). Un criterio muy parecido sostienen, pero específicamente en relación con las aguas dulces, cierto número de aficionados cubanos.

Al indagar sobre estos últimos, el amanecer obtuvo un 51,7% de votos favorables para la pesca fluvial, y un 41,4% la caída de la tarde, mientras fueron pocos los que se inclinaron por el día pleno y prácticamente ninguno por las noches y las madrugadas.

EN EL MAR NO ES LO MISMO

Por supuesto, cualquiera capaz de pasar la noche en vela en espera del ruido de una lata vacía contra el arrecife que le anuncie el primer tirón de un pez al sedal, o renunciar a dormir por una buena marea de pargos o rabirrubias, sabe de sobra que el horario nocturno tiene en el mar sus buenos momentos. Tal concepto lo reflejó la encuesta al recibir la noche 32,9% de votos en la costa y el 29,4% en la pesca marítima desde embarcaciones. Las dos áreas referidas para la pesca en aguas saladas tienen sus diferencias en cuanto al horario diurno, menos apreciado en el litoral que en mar abierto. Téngase en cuenta que a bordo de un bote se puede efectuar una búsqueda más activo de los peces, en zonas más extensas y con técnicas relativamente más productivas, como el curricán o trilling, por ejemplo.

El día ofrece en las costas la mejor oportunidad para la práctica del spinning con señuelo artificial, sea pollito o cuchara, que son los más usuales en Cuba. Aunque -y esto no lo reflejó la encuesta, sino la observación y las consultas directas con algunos experimentados deportistas- los amaneceres y atardeceres resultan especiales para esta modalidad.

Vale señalar que las motivaciones para la elección de uno u otro horario en el mar no siempre están directamente relacionadas con las manifestaciones de los peces sino pueden estarlo con el momento óptimo para conseguir la carnada, el cambio de marea u otra razón.

EL CRITERIO DE LA PRACTICA

Como forma de confrontación con la práctica del conjunto de opiniones anteriormente resumidas, se estudiaron los horarios de 210 capturas propuestas para récords nacionales de pesca deportiva en el trienio 1986 – 1988, de éstas 30 fluviales, 28 costeras y 152 marítimas en embarcaciones.

Para el análisis se adoptó la escala absoluta de 24 horas, de uso en la esfera militar y otras actividades, y se tomó en cuenta el número de reportes desde la hora en punto hasta los restantes 59 minutos posteriores.

Al aplicar dicho procedimiento, se halló que el 76,7% de las capturas fluviales fueron hechas entre las 9:00 horas y las 10:59; en las costas el horario más favorable se extendió dos horas antes y una después de la anterior -75,0% del total de piezas-, mientras en mar abierto se destaca un período de mayor intensidad entre las 6:00 y las 11:59 horas, con el 68,4% de las capturas.

La muestra no ofrece las proporciones esperadas en los horarios finales de la tarde, y en el caso de las noches es sumamente pobre el rendimiento en las áreas marítimas, como muestra el gráfico adjunto.

Sería posible cuestionarse si tales resultados se deben a la propia manifestación de los peces en el transcurso del día o –sin olvidar que los reportes fueron hecho a lo largo de tres años, en los más diversos lugares del país- están, por el contrario, más influidos por las preferencias de los deportistas en cuanto a horarios de pesca.

En todo caso, resulta válido y necesario que los aficionados encaminada vez más sus intereses hacia el análisis de las pesquerías y la experimentación, como vía para conocer mejor la pesca deportiva.

Es preciso tener en cuenta que diferentes deben ser las capturas cuanto sean diferentes los pesqueros, carnadas, avios, épocas del año y horas de pesca, sin tener que llamar necesariamente suerte a algún factor que no hayamos tenido en cuenta

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