DOCTOR EN CIENCIAS BIOLÓGICAS DESTACADO ICTIÓLOGO CUBANO
Con un compendio de trabajos realizados durante una etapa de desempeño profesional en camino a alcanzar el medio siglo de consagrada labor, obtuvo el grado de Doctor en Ciencias el biólogo cubano Luis Sergio Álvarez - Lajonchere García, uno de los jóvenes estudiantes que en la década del 1960 inició su especialización en Ictiología bajo la asesoría del destacado maestro de esta rama, Dr. Darío Guitart Manday (1923-2000), fundador del Acuario Nacional de Cuba y del Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias de Cuba.
En la sede de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, Álvarez Lajonchere defendió el 28 de abril último la tesis titulada Bases científicas y tecnológicas para el desarrollo de la piscicultura marina y estuarina en el trópico americano, presentada bajo los auspicios del Centro de Investigaciones Marinas del plantel de altos estudios.
El relevante ejercicio académico resumió un currículo científico que incluye la participación del ponente como experto de la FAO; la proyección, diseños, construcción, montaje, puesta en marcha, operación y mantenimiento de 26 instalaciones experimentales, piloto y comerciales, especialmente para la producción de juveniles de peces en Cuba, Brasil, México, Nicaragua y Colombia, entre otras experiencias internacionales. Durante el extenso período de formación y ejecución de labores en su rama, el ponente publicó más de un centenar de artículos, dos libros, 21 capítulos para libros y monografías, además de contribuir a la formación directa de 10 grupos de investigación y desarrollo.
Luego del estudio de la biología y pesquerías de una decena de especies, las investigaciones del Dr. Álvarez-Lajonchere determinaron la factibilidad de desarrollar trabajos de policultivo en áreas costeras modificadas en base a las lisas (Mugil liza y M. curema), el patao rayado (Eugerres brasilianus), el robalo de ley (Centropomus undecimalis), la tilapia roja (Oreochromis spp.) y la palometa (Trachionus falcatus). A causa de dificultades con los bancos de reproductores existentes en el país, fue imposible completar la aplicación a nivel comercial de la adaptación al agua salada y cría en corrales en lagunas costeras de tilapias rojas introducidas en Cuba, un proyecto altamente publicitado en su momento.
Como aspecto esencial de su experiencia, el científico nacido en 1947 determinó la existencia de una estrecha correlación, para el éxito de los proyectos en piscicultura, entre los sistemas de cultivo elegidos, los sitios para el desarrollo de los trabajos y las especies objeto de cría. Durante los debates tras la exposición de la tesis se hizo referencia a las causas de algunos resultados deficientes en la experiencia cubana en la rama, entre ellos lugares inadecuados, especies impropias para el ecosistema local cuyo éxito avalaba la  literatura europea, proyectos abandonados y la dispersión de especialistas tras extensos períodos de formación.
Álvarez-Lajonchere recordó la recomendación del Dr. Darío Guitart de aprovechar para la piscicultura cubana las especies estuarinas, como lisas, mojarras y pataos, que no requieren alimento artificial. Él había empezado alrededor de 1966 a estudiar las especies estuarinas en La Ortigosa, actual provincia de Artemisa. Su idea era que las áreas estuarinas eran las más productivas del planeta y no necesitaban aportes suplementarios de alimento, debido a su productividad natural.
Las principales especies consideradas a partir de los resultados investigativos, fueron las lisas Mugil Lisa y Mugil curema, que son las que más crecen, y el patao, como componentes de sistemas de cría semi-intensiva, en particular la vallicoltura, mientras para los procedimientos intensivos se elegía la palometa (Trachinotus falcatus) y el robalo de ley (Centropomis undecimalis), cuya demanda de ejemplares para cría alcanza en América el orden de los 1000 millones de juveniles. El ponente recordó su experiencia en Brasil con la producción piscícola de esta última especie, de la cual aseguraba era posible hacer envíos a cualquier estación latinoamericana en un día o menos, sin importar la salinidad del sitio de donde hicieran el pedido. Interrogado acerca de cuál sería ahora mismo su elección de especies para el desarrollo de un trabajo factible en Cuba, el experto se decantó por la cobia, el medregal de cola amarilla y la palometa.
Explicó asimismo que la vallicoltura constituye un sistema originado en Italia para la cría de peces en sitios costeros, particularmente los estuarios, modificados y tecnológicamente adaptados para aprovechar la entrada estacional de juveniles de peces, su retención, cría en el interior de las áreas encerradas y su captura al migrar al mar para desovar. La tesis aborda en particular aspectos relativos a este tipo de ecosistemas, de los cuales se examinaron los impactos negativos del represamiento de los ríos sobre ellas y se propusieron recomendaciones prácticas para su aprovechamiento eficiente. Las técnicas de policultivo integrado de peces en estas zonas permitirían la rehabilitación de estos lugares de cría de natural de especies importantes, de forma económico-financiera y ecológicamente sustentable. Tales criterios, señaló en respuestas a oponentes y especialistas presentes en el acto de tesis, permiten su aplicación en áreas protegidas, con lo cual se lograría la rehabilitación ambiental de las mismas sin erogación adicional de recursos.
De particular importancia entre los resultados de los estudios del Dr. Álvarez- Lajonchere resultó la conformación de un paquete tecnológico que integra una gran variedad de técnicas y tecnologías a nivel experimental y piloto-comercial con diversas intensidades de diversos orígenes, para la obtención de reproductores, el establecimiento de bancos de reproductores en cautiverio, la determinación y manejo de los factores de éxito fundamentales para su maduración sexual, la inducción del desove con tratamientos de hormonas y de manejo ambiental, tecnologías de incubación de huevos y cría de larvas y juveniles, así como del cultivo del alimento vivo (microalgas, rotíferos, copépodos y Artemia) para ocho especies de peces marinos y estuarinos. Con el paquete tecnológico desarrollado se produjeron varios cientos de millones de huevos viables y más de medio millón de juveniles, con la evaluación de su factibilidad técnica y económico-financiera.
Al evaluar la situación de los recursos pesqueros cubanos, los datos aportados por el ponente demuestran el grado extremo en que han aumentado las especies de peces sobrexplotadas, en tanto aparecen ya en las estadísticas algunas que consideran colapsadas, como la cherna criolla. En tal sentido, es mencionada la contradictoria situación del archipiélago, que a pesar de una  reconocida riqueza y tradición pesqueras, se ha visto en la necesidad de importar pescado de otros países: dorados de China, pargos de la India, robalos de Sudáfrica, para mantener la oferta gastronómica de ese renglón en el turismo. Las pesquerías cubanas, que alcanzaron un tope extractivo de 240 000 toneladas, cayeron en 2014 a 20 357 toneladas, por debajo de la producción de 1958, circunstancia en la cual el enfoque más recomendable habría de ser el otorgamiento de mayores prioridades a los sistemas de la acuicultura y la piscicultura marina y estuarina.
Durante el acto de presentación de la tesis de doctorado del biólogo Luis Sergio Álvarez-Lajonchere García, algunas intervenciones hicieron notar la ausencia de funcionarios pertenecientes al sector de la toma de decisiones en la materia tratada, a varios de los cuales se les cursó invitación. 

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