COPA “ERNEST HEMINGWAY”
LA AVENTURA DEL ‘78
Especial para Granma Internacional/ 24 de mayo de 1992, pág. 11


·El clásico internacional de la pesca de la aguja
·Nómina de campeones

Casi dos décadas después del último certamen celebrado en vida de Ernest Hemingway, Cuba volvió a organizar una competencia de pesca de aguja con la participación e deportistas extranjeros.

Sin embargo, en la etapa transcurrida entre 1960 y 1978 apenas se perdieron dos años en este deporte, pues en 1963 se dio inicio a la cita nacional que por estos días cumple su compromiso número 30 y que preparó a decenas de nuevos expertos cubanos en las lides de vara y carrete.

Una especial coyuntura política, aunque de corta duración, iba a influir en la masiva asistencia de pescadores deportivos norteamericanos al 1er Torneo Turístico Internacional de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway, celebrado en La Habana en mayo de 1978.

El presidente Jame Carter encabezaba la administración de los Estados Unidos atendiendo recomendaciones en el sentido de propiciar caminos para un proceso de normalización de las relaciones con Cuba. Por esa vez no se ratificó la prohibición -impuesta años atrás por John F. Kennedy- a los ciudadanos de ese país de viajar a Cuba.

La apertura resulto en una avalancha de embarcaciones norteamericanas reunidas del 19 al 21 de mayo de 1978 en los canales de Barlovento, declarado por esos días la Villa del Castero. Se compitió en el certamen con un entusiasmo desconocido desde los días en que Hemingway alentaba personalmente el torneo.

Indudables maestros en esta modalidad, además de magníficamente equipados, los norteamericanos apenas dejaron espacio para contrincantes en aquella memorable ocasión. Sólo la sorprendente actividad de los venezolanos Carlos Rojas y Ronald Morris les arrebató el principal trofeo, con siete agujas y marcador de 527 puntos.

Muy cerca de los campeones absolutos estuvo el estadounidense Mort Elsemberg, titulado máximo acumulador individual con 506 unidades, mientras sus compatriotas John H. Goodspeed y Michael Oritt cobraron la aguja y el dorado de mayor peso en la competencia, respectivamente.

Los cubanos, que asistían a su primera confrontación externo, quedaron alejado de los títulos, y tampoco hubo nada para los deportistas de México, Suecia, la República Federal de Alemania y la Unión Soviética, igualmente asistentes.
El torneo resultó de lo mejor en su historia, pues se cobraron 108 peces de pico con un peso total de 6329 libras, las mayores marcas de todos los tiempos del Ernest Hemingway.

LOS CAMPEONES AÑO POR AÑO

El éxito de 19778, logrado a contrapelo de algunas campañas que pretendían disuadir a los norteamericanos de viajar a Cuba para competir, constituyó un aval de consideración para el 2do Torneo Turístico Internacional, que contó aun con mayor asistencia, incrementada con más de un centenar de turistas acompañantes que viajaron desde los Estados Unidos.

En el certamen de 1979, con un día más de duración, los norteamericanos no perdieron uno sólo de los trofeos. Ferry Vavick, Douglas Rubie y Michael Hester lograron la Copa Hemingway a bordo del Aztec, mientras Sydney Turk, del Sly Fox, embarcó un castero de 501 libras que todavía es historia.

Elwood T. Harris, presidente de la Asociación Internacional de Pesca Deportiva –IGFA-
Declaró a la prensa: “Este torneo Hemingway apenas en su segundo año se ha convertido en un torneo internacional de gran importancia. En pocos países del mundo se organiza algo así con tantas grandes embarcaciones como las que hay aquí. El grupo técnico ha trabajado muy bien y eso contribuye al prestigio del torneo”.

Hacia el final de su mandato, el presidente Carter efectuó un cambio en su política hacia Cuba que todos recordamos bien. Eso influyó, lamentablemente, en los magníficos vínculos deportivos iniciados por los pescadores deportivos cubanos y norteamericanos, aunque en modo alguno significó la muerte del torneo.

El de 1980 apenas puede considerarse un certamen nacional con algunos invitados extranjeros, pero en los años posteriores la presencia foránea llegó a incluir representaciones de 18 países, sin excluir una flotilla de buenos pescadores estadounidenses que continúan dando que hacer en cada cita.

Los cubanos Rolando Martínez y Norberto Rivero, de la flota del Golfo, ganaron en 1980, cuando los nicaragüenses Manuel Andara y Freddy Figueroa cobraron por partida doble el premio al mayor dorado de la lid.

Al año siguiente tocó el título a Roberto Cabañas, de la Empresa de Mantenimiento a Embarcaciones del Turismo (EMET), con acumulado de 321,25 puntos. Mientras, en 1982 se abre paso a un equipo foráneo, Roger Karisson y Maths Rosander, de Suecia, que acceden a la copa con seis agujas.

De 1983 desconocemos aun el triunfador, Joaquín Martínez, de la EMET, guarda un diploma del tercer lugar en esa cita, en tanto su persistencia lo convierte en titular del 34o torneo*, con 224 puntos. Mina Hemingway, nieta del novelista, concluyó como líder femenina la competencia de 1985, ganada por el trío mexicano e José Erosa, Manuel Rosado y Wilbert Dennos.

En 1986 y 1987 ganan sucesivamente los cubanos Antonio Abad, Andrés del Río y Miguel Bermejo, pero en el 380 Hemingway Internacional vuelven los suecos a hacer de las suyas, esta vez mediante Bo Ekstrom y Kimmo Nikkinen, dueños de la Copa 1988.

Triunfa el iataliano Federico Delissi en 1989; en el 40o torneo un admirable contrapunteo deportivo queda decidido por escaso margen a favor del norteamericano William Rogers, que tuvo a sus talones al angolano Batista Borges, y en 1991 el cubano Jorge Cunill resultó el indiscutible.

La pregunta en estos días en la Marina Hemingway será: ¿Quién repite su nombre en la nueva Copa? Quien lo inscriba tres veces se la lleva a casa.

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