Pargo’ 93 una festividad de la pesca
Boca de Camarioca estuvo de fiesta del 7 al 10 de junio de 1993 porque nuevamente acogió esa gran competencia tradicional que nació en sus aguas. El XXIX Festival Nacional de la Pesca del Pargo dejó probablemente inmensa alegría en Matanzas, porque el equipo local logró que los jueces les reconocieran la totalidad de la captura de 64 pargos que pesaron 227 libras y representaron una victoria de 8 670 puntos.
Los más contentos de todos fueron seguramente los competidores que pescaron a bordo del Cruz del Padre. Contentos porque al fin obtuvieron el trofeo para Matanzas, como en los viejos tiempos, y debido a que no prosperó la protesta que en su contra hicieron los equipos de Holguín y Sancti Spiritus. Estos seleccionados reclamaron a los representantes de la provincia sede por 47 piezas que, en su opinión, no mostraban claras evidencias de haber sido cobradas a sedal y anzuelo en el área de competencia.
A diferencia de prácticamente todos los otros pargos llevados al pesaje –de buena talla, colores firmes y lustrosos- los ejemplares en discusión, evaluados por un especialista, eran más pequeños, en una pareja talla promedio de 2 a 3 libras, de color apagado y cuyo aspecto, según los reclamantes, sugerían el inicio de la descomposición.
Como es de rigor en estos casos, se reunió un jurado técnico a deliberar acerca de la protesta, hizo la inspección de las piezas discutidas en presencia de las partes y determinó que el contenido estomacal de los parguetes era fundamentalmente engodo, aunque también se encontró buena cantidad de sapitos y jaibas en el buche, según verificó una autoridad biológica allí presente, quien hizo constar que los peces examinados presentaban “putrefacción a nivel del vientre”. A renglón seguido, los jueces declararon válida la captura.
Victoria para el equipo de Matanzas. Ya volvería a escribirse del liderazgo indiscutible que gozó la provincia e épocas pretéritas. Todavía no han logrado los yumurinos otro pescador como Vicente Chavez, quien sigue la competencia desde el muelle acogido a voluntario retiro del deporte activo, quien sabe si recordando melancólicamente la época en que él consideraba la participación en una competencia una responsabilidad, ni más ni menos.
La Habana –Néstor Acosta, Luis Hernández Alejo y el delegado Mario R. Pérez- hizo un elegante segundo lugar con 31 pargos que pesaron 266 libras, dos peces más de la familia Lutjanidae y 37 de otras especies, para un total de 5 818 puntos. En 1992 esta provincia fue también subtitular, con dos pescadores y el patrón de la embarcación, es decir, sin contar con la captura del marinero y el delegado.
Sancti Spíritus, con 28 pargos y acumulado de 5 053 puntos, y Holguín (23 piezas y 4 087 puntos) fueron los más fuertes contrincantes de Matanzas después de los habaneros y quedaron en tercero y cuarto lugares, respectivamente. Las restantes provincias realizaron actuaciones menos relevantes:
Guantánamo, 1720 puntos y la pieza mayor, de 16 y media libras, cobrada por Narciso Mora. Camaguey, 320 puntos; Isla de la Juventud, 318; Ciudad de La Habana, 274; Grama, 160, y Las Tunas, 95 puntos. No obtuvieron capturas Pinar del Río, Villa Clara, Cienfuegos ni Santiago de Cuba.
Para evaluar los resultados se computaron 100 puntos por ejemplar de pargo criollo y 10 puntos por libra. Otras especies de la misma familia se estimaron a razón de 10 puntos por ejemplar y un punto por libra, en tanto capturas fueron valoradas en base a punto por libra.

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